EMPUJE

El término empuje alude al acto y el resultado de empujar. Este verbo (empujar), por su parte, refiere a ejercer presión o fuerza –física o simbólica– contra algo o alguien para desplazarlo, repelerlo o aguantarlo.

Por ejemplo: “¿Me ayudas con el empuje de mi vehículo? No logro que encienda y tengo que llevarlo al taller mecánico que se encuentra a dos cuadras”, “Para triunfar en el ámbito del deporte profesional necesitas talento, constancia y empuje”, “Mi padre me dio un empuje para que pueda abrir mi propio consultorio”.

El empuje puede entenderse como la fuerza de reacción que Isaac Newtondescribe en su tercera ley. Cuando una masa es acelerada en una dirección, la masa en cuestión genera una fuerza idéntica en la dirección contraria. Si una persona empuja un mueble, por citar un caso, se produce una interacción entre la fuerza de acción y la fuerza de reacción.

Muchas veces recurrimos al empuje de algo en la vida cotidiana. Podemos empujar una silla para acercarla a una mesa; una caja pesada para llevarla de un ambiente al otro; o un automóvil que se quedó sin combustible. En el marco de una pelea, un individuo puede empujar a otro para alejarlo o con una intención agresiva.

En un sentido simbólico, el empuje es la resolución o la energía que alguien aplica a sus acciones con la finalidad de impulsarlas o de llevarlas a cabo con éxito. Supongamos que un joven sueña con tener una banda de rock. Sin embargo, solamente toca la guitarra en su casa, sin buscar compañeros ni tratar de acercarse a algún grupo que necesite sumar integrantes. Puede decirse, ante esta realidad, que al muchacho le falta empuje para cumplir su anhelo.